
Los países europeos de reciente creación que pertenecieron a la URSS siguen dificultando la práctica del cristianismo. Así lo ha recordado el 10º Foro Europeo de Libertad Religiosa, que como realiza cada año, dibujó un mapa del continente y analizó cual es el estado de salud de la libertad Religiosa.
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Nuevamente se pudo constatar que a pesar del tiempo transcurrido y de los cambios políticos de las antiguas repúblicas soviéticas, en algunos nuevos Estados todavía no se ha asumido una auténtica y efectiva protección del derecho a la libertad religiosa por parte de sus mandatarios. Países como Bielorrusia o Azerbaiján son un triste ejemplo de restricción y también persecución a los cristianos.
CONTROL AUTORITARIO EN BIELORRUSIA
Desde hace un lustro, el Foro ha denunciado la situación en Bielorrusia. El informe de este año explica que “nada se ha avanzado en cuanto a la libertad religiosa y se sigue prohibiendo y sancionando penalmente la práctica del culto y de las actividades de las iglesias, si se carece del previo registro otorgado por el Gobierno”.
Desde hace un lustro, el Foro ha denunciado la situación en Bielorrusia. El informe de este año explica que “nada se ha avanzado en cuanto a la libertad religiosa y se sigue prohibiendo y sancionando penalmente la práctica del culto y de las actividades de las iglesias, si se carece del previo registro otorgado por el Gobierno”.
El problema para los evangélicos reside en que el Gobierno establece “requisitos muy restrictivos para registrar a las entidades religiosas”. Además, sigue estando prohibida – con sanciones penales – la distribución de literatura, el testimonio público de la fe e incluso el uso de los medios de comunicación con fines religiosos.
Se informa además de que se está prohibiendo a presos políticos y comunes la posibilidad de acceder a literatura religiosa y la visita de sacerdotes y pastores, aún en los casos de estar condenados a muerte, condena que sólo les comunican minutos antes de proceder a la ejecución.
ARZEBAIJAN: FALSA LIBERTAD
En cuanto a Arzebaiján, el informe resalta cómo el país ha intentado venderse en el último Festival de Eurovisión como “un país moderno, que respeta los derechos humanos y en especial la libertad religiosa”. Pero la realidad es “totalmente opuesta” a esta idílica imagen.
En cuanto a Arzebaiján, el informe resalta cómo el país ha intentado venderse en el último Festival de Eurovisión como “un país moderno, que respeta los derechos humanos y en especial la libertad religiosa”. Pero la realidad es “totalmente opuesta” a esta idílica imagen.
Así se comprueba al revisar las leyes de la República, que al igual que en Bielorrusia, requiere que todas las entidades religiosas se registren en el Comité de Estado para el Trabajo con Asociaciones Religiosos (SCWRA). Sin dicho registro, no se puede operar legalmente, realizar servicios religiosos o recaudar fondos.
Así, aunque la Constitución declara el derecho de cada individuo a practicar libremente su religión y afirma que el gobierno no debe inmiscuirse en la práctica de la misma, la persecución se ejecuta desde la Administración, dificultando de la inscripción de las entidades religiosas. Este registro se hizo obligatorio a partir del año 2009, tanto para nuevas entidades como para aquellas que ya tenían permiso legal.
De esta forma muchas iglesias y entidades religiosas consolidadas han sido “cortadas” del país. Se han visto afectadas principalmente algunas entidades protestantes. La nueva ley también prohíbe el registro de iglesias de extranjeros y se niegan visados de entrada a ministros de culto extranjeros, así como la entrada de material religioso proveniente de fuera del país.
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